jueves, 22 de mayo de 2008

KAKUN VII

Constantemente calmas en mis sueños
la ira y miedo de las pesadillas.
En mis noches, si la Luna no brilla,
y el firmamento se hace más pequeño
acrecientas mi fuego con un leño,
después te duermes como una chiquilla,
te beso suavemente la mejilla,
te digo buenas noches, y en mi empeño
por darte lo mejor que llevo dentro
te abrazo entre sábanas tan sedosas
como la piel que cubre tu dulzura.
Dormida, tan tranquila estás hermosa
y de mi corazón eres locura.
Cuán más te amo, menos me arrepiento.

Bunbu

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