viernes, 23 de octubre de 2015

Coge mi mano...


Coge mi mano,
fuerte, tan fuerte
que no me pueda soltar cuando me arrepienta,
tan fuerte,
que si algo nos separa
me deje los dedos entre tus dedos
y deba volver para recuperarlos.
Aprieta fuerte,
tan fuerte
que la gangrena me castigue las yemas
si se niegan a acariciarte,
tan fuerte como necesites
para notar el pulso
y sentir que mi corazón está encerrado,
prisionero de tus manos.
Coge mi mano fuerte,
tan fuerte
como para ahogarme los miedos personales
que no puedo describir
y no te pido que comprendas,
tan fuerte
que si suplico
sea demasiado tarde para dejar de apretar
y no tengamos más remedio
que empaparnos de lluvia
cuando no haya refugio para dos.
Jose A. Barros