jueves, 14 de octubre de 2010

A las lejanas túnicas
que se acercan vacías
arrastrando una cruz.

A las caídas tapias
y desconchados muros
entre sombras y luz.

A las campanas viejas,
tañedoras de muerte
con altivo rumor.

A los místicos cantos,
a las flores marchitas,
al falso redentor.

A la senda de cirios
encendidos y yermos.
A todos por igual,
los maldigo, y enfermos
mis versos les escribo.

Bunbu