lunes, 2 de junio de 2014

Ayer me olvidé del mundo...

Ayer me olvidé del mundo,
estuve de paseo por Urano
por Plutón, por Betelgeuse.
Buscaba exóticas aves, árboles con hojas
de colores, mares de plomo líquido.
Buscaba soledad.

Nunca habréis escuchado el silencio
que impera en aquellas latitudes,
no os imaginaréis jamás
la forma del infinito, sus luces y sombras,
sus llamas, su violenta agitación
o su insulto al miedo humano.
Buscaba poemas de otros mundos,
canciones y leyendas imposibles
buscaba tu ausencia.

De pronto, más allá de las estrellas,
más lejos que galaxias y quásares,
te vi cuando tratabas de olvidarme.


Jose A. Barros

miércoles, 16 de abril de 2014

Por buscar una identidad...

Por buscar una identidad
me encontré conmigo mismo
en otro rostro,
con poemas que no me pertenecían,
con un lugar de nacimiento
en otras latitudes.

Al principio, quise complicidad
con mi otro yo,
como si fuese buena idea
delimitar el espacio
que ocupa cada uno en la retórica,
pero no existo,
de repente, no existo
y escribir mi nombre
despierta otra identidad.

Y una voz me llama
disipando en el aire
la duda de si es a mí.
Al fin y al cabo,
así nace mi convergencia
conmingo mismo;
de una voz que me nombra
ajena a que yo
soy ajeno a mi nombre.

Jose A. Barros

viernes, 3 de enero de 2014

Decidí poesía inocentemente...

Decidí poesía inocentemente
sin saber hasta cuándo,
sin saber hasta dónde.
Y quizás porque había que decidir.
No tenía nada que ver
con el juicio, y es posible
que mencionar el impulso
o la necesidad
sea sólo una romántica máscara
para engañar al espejo.

Decidí poesía ignorante,
falto de dotes, de conciencia,
de poemas.
Decidí sin dudar como dudaría el sabio,
sin pensar en las consecuencias,
convencido torpemente
de que jamás me dejaría llevar
y los poemas no se escaparían,
perdiendo el control.

Decidí poesía mortalmente
con todo lo que conlleva
lastrar la vida con el peso de unos versos.
Pero yo, no lo sabía.

Decidí poesía, sí,
hasta hoy,
creía haber decidido poesía.


Jose A. Barros