viernes, 3 de enero de 2014

Decidí poesía inocentemente...

Decidí poesía inocentemente
sin saber hasta cuándo,
sin saber hasta dónde.
Y quizás porque había que decidir.
No tenía nada que ver
con el juicio, y es posible
que mencionar el impulso
o la necesidad
sea sólo una romántica máscara
para engañar al espejo.

Decidí poesía ignorante,
falto de dotes, de conciencia,
de poemas.
Decidí sin dudar como dudaría el sabio,
sin pensar en las consecuencias,
convencido torpemente
de que jamás me dejaría llevar
y los poemas no se escaparían,
perdiendo el control.

Decidí poesía mortalmente
con todo lo que conlleva
lastrar la vida con el peso de unos versos.
Pero yo, no lo sabía.

Decidí poesía, sí,
hasta hoy,
creía haber decidido poesía.


Jose A. Barros

2 comentarios:

Ío dijo...


Bueno, pues vengo, y hace mucho que no ejercito el descoyunte, ya no sé si sé hacerlo o es que lo hago siempre y por eso no me lo pregunto y sólo leo, o leo como puedo entender.
Inocentemente uno emprende algo y si ese algo es poesía, yo tampoco sabía nada, ya te ves ahora así, lastrado como tú dices, y de por vida, porque ¿hasta cuándo o dónde dices que es?, umm, y las consecuencias de todo esto, derivaciones cuando tratas de que el verso no se haga su propio dueño y se te separe y te vaya llevando, sin poder hacer nada para que no, y no decidí nada, yo no, fue que vino y más ignorante no la hay en estos asuntos; “perdiendo el control”, ¿te das cuenta de que lo perdiste y de que no puedes devolvértelo?. Pero tú nunca has escrito “poesía ignorante”, y sé de lo que hablas, lo entiendo.
Como un niño con zapatitos nuevos uno se dice "que bien que bien, he escrito un poema" (o me ha salido esta "cosa"), y luego otro y otro y otro, que inocencia, que idealismo, pensar que es incluso bonito escribirlos, que engaño más sutil el de la poesía, amante, carcelera, posesiva, solitaria, mágica, pura magia la poesía.
Y ya me voy, contenta de leerte porque me ha gustado mucho este poema, también los otros y echaba de menos dejarte aquí una parrafada, :)))

No creo que decidieras tú, lo hizo ella, poeta.

Un abrazo, Jose Antonio, gracias.
Que tengas un buen 2014.

m.



wigfredo@gmail.com dijo...

un saludo y más poesia, que es la vida