viernes, 14 de septiembre de 2012

FEMINICIDIO (2º Encuentro "Escritores por Ciudad de Juárez")

Descargar

Hay palabras que no debieran existir
ni estar ligadas a la realidad,
su mera pronuncianción
me empuja a arrancarme la lengua
de un solo tijeretazo.

Hay palabras que, a juzgar por su fonética,
deberían nacer únicas y muertas,
ahorcadas con su propio cordón umbilical,
para, así, no obligar al tiempo
a dotarlas de significado.

Hay palabras que se lloran
durante demasiado tiempo,
porque son demasiado largas, demasiado negras
y se repiten demasiadas veces.

Hay palabras que se resisten a los nopales,
a las cruces, al desierto y a la sed,
y brindan un extraño culto a la muerte
entre la incertidumbre y el dolor.
Esas palabras
deberían estar enterradas
en algún lugar de Chihuahua.

Bunbu

jueves, 6 de septiembre de 2012

SUSANITA UNDERGROUND

Susanita vive escasa de ratones
a expensas de un amor de trending topic,
se peina y se perfuma online,
se pinta las uñas de negro
y desmembra barbies
en su banal intento de pop-art.
Desayuna fibra
mientras por su calle, los mortales,
agitan rutinarias caderas
-ella sabe que no es falta de tacones-

Sólo mira películas de serie B
de ésas que los cinéfilos auténticos
etiquetan como obras de culto.
No come dulces, ni transgénicos
y apenas prueba la carne
si no es humana y masculina.

Susanita es suburbana, tiene estilo,
y cualquier parecido físico
que otro comparta con ella
lo convierte en víctima,
o en snob si coinciden más allá.

Se levanta tarde
porque las mañanas
desmejoran su aspecto por las noches,
y como cada tarde,
se viste su chupa de cuero.

Susanita es underground.

Bunbu

sábado, 1 de septiembre de 2012

Me inventé una palabra...

Me inventé una palabra
que quiere significar te recuerdo,
te extraño, te exagero,
te imagino si estás lejos, te venero,
te invoco y, sin embargo,
no le encuentro semejanzas a un "te quiero"
porque no describe flores
no dibuja corazones, no te besa,
no te abraza ni te colma de obsesiones
empíricas, frugales y espontáneas.

Es una palabra corta, minúscula e inmaterial,
tan ínfima, tan sospechosa de inocencia
que los demás no pueden
conocer su significado.
Se pronuncia de los labios hacia dentro
y sólo podría rimar
consigo misma en un poema.
Es de imposible dicción
sin una sonrisa en la boca,
tan precisa y milimétrica
que hay que detener el corazón mientras dura.

La tengo encerrada en una jaula
por miedo a que se escape
y se diluya en el silencio de las noches,
en las soledades de los pasillos desiertos,
en el humo de mis cigarrillos,
en el hilo telefónico de las llamadas perdidas,
en las horas de soledad que pasé diseñándola.

Y por más que el resto de la gente
se empeñe en decir que es tu nombre,
yo sé que no,
porque no suena en sus voces
con la misma cadencia,
ni la misma definición
con la que yo la saco a pasear cada mañana
por mi boca.

Bunbu