sábado, 1 de septiembre de 2012

Me inventé una palabra...

Me inventé una palabra
que quiere significar te recuerdo,
te extraño, te exagero,
te imagino si estás lejos, te venero,
te invoco y, sin embargo,
no le encuentro semejanzas a un "te quiero"
porque no describe flores
no dibuja corazones, no te besa,
no te abraza ni te colma de obsesiones
empíricas, frugales y espontáneas.

Es una palabra corta, minúscula e inmaterial,
tan ínfima, tan sospechosa de inocencia
que los demás no pueden
conocer su significado.
Se pronuncia de los labios hacia dentro
y sólo podría rimar
consigo misma en un poema.
Es de imposible dicción
sin una sonrisa en la boca,
tan precisa y milimétrica
que hay que detener el corazón mientras dura.

La tengo encerrada en una jaula
por miedo a que se escape
y se diluya en el silencio de las noches,
en las soledades de los pasillos desiertos,
en el humo de mis cigarrillos,
en el hilo telefónico de las llamadas perdidas,
en las horas de soledad que pasé diseñándola.

Y por más que el resto de la gente
se empeñe en decir que es tu nombre,
yo sé que no,
porque no suena en sus voces
con la misma cadencia,
ni la misma definición
con la que yo la saco a pasear cada mañana
por mi boca.

Bunbu

2 comentarios:

Mardearena dijo...

Guarda bien tu secreto...
Buen ritmo, fluido y cálido. Me ha gustado.
Mariangeles.(Mardearena)

Jose Antonio Barros dijo...

Mardearena! menuda sorpresa, que tal tu vida?
COnfieso que es más la gratitud de verte que la de leerte por estos lares.
muchísimas gracias niña, un abrazo.
Bunbu