domingo, 24 de julio de 2011

SOGA NEGRA

Los ojos al destierro,
la lengua prisionera
y el corazón, a muerte, condenado.
Los brazos a la tierra
fuertemente aferrados
y en el oído el eco de los hierros.

No hay Luna sin puñales
ni canto sin guitarra,
no hay voces de lamento en los olivos.
Desde que te enterraran
(¿o quizás sigues vivo?)
no se escucha llorar por soleares.

A tu verdugo verde,
verde, verde limón,
suplicaron los ángeles del cielo,
y el poder del cañón
en la frente del pueblo,
fue más fuerte que el llanto de tu gente.

Hoy te lloran, hermano,
como te llora el río,
desbordado, furioso y triste. ¡Triste!
Te rechaza el olvido
y el pañuelo me viste
donde visten el luto los gitanos.

Bunbu

3 comentarios:

Ío dijo...

Es precioso, Bunbu, muy bueno, y es que se recita solo, da gusto leer, y releer; es muy dramático, como si fuera cante jondo.
Imagino palmas, y hasta algún que otro ay ay ayyy
Genial :)
Hermoso homenaje al Poeta :)

Metales herrumbrosos
y saludos

Ío

Jose Antonio Barros dijo...

Ío, que alegría verte.
Como tú me dices a veces, ese dramatismo, hoy, es muy mío ( o lo fue en su momento) pero del cante jondo soy un verdadero ignorante y sólo pudiera ser casualidad :)
abrazo y corrosión.
Bunbu

Ío dijo...

Pues yo tampoco entiendo de cantes de esos, ni me gustan, pero el poema me ha parecido que lo fuera,
Pudiera ser, sí, aunque...en fin¡ :) :)
Salud, hierros y abrazo

Ío