Tengo derecho a protestar
para no ser atendido,
a rezar y no ser escuchado,
a llorar y no encontrar consolación.
Me permiten estar solo
para no existir
y perderme en la multitud
para destacar delincuencia lírica.
Mis ruegos no obedecen
a peticiones divinas
ni se ajustan al silencio de un altar
tantas veces imaginario,
porque yo tengo las penas aferradas
a los versos de un poema.
Tengo derecho a ser poeta.
Bunbu
La casa del rio susurrante 3 FINAL
Hace 1 día