martes, 20 de marzo de 2012

A Emilio Víctor Pineda

Afirman que le vieron por el cielo
dedicando sus versos a una estrella,
su esposa, aseguraban, la más bella
de un firmamento lleno de consuelo.

Con la misma energía de un mozuelo
brillará con tu muerte la centella.
Recitarán tu vida, ¡Tu epopeya!,
tu fuerza, tu valor y al fin, mi duelo.

Tu verso gritará de boca en boca,
más bocas cada día ¡Y más fuerte!
convirtiendo en poeta al que lo toca.

Discúlpame, pues hoy no voy a verte,
a tu vera, yo soy persona zoca,
porque no fui poeta hasta la muerte.

Bunbu

1 comentario:

María Téllez Girón dijo...

no me canso de leerlo y no deja de emocionarme, un saludo poeta!