Soy la bala perdida de un poema
que ha alcanzado de lleno el corazón,
la promesa incumplida que te quema,
las palabras vacías de un cabrón.
Bajo la piel, yo soy navaja extrema
más allá de la carne y el pulmón.
Soy mentiroso y duelo por sistema.
Soy los huérfanos versos de intención.
Yo soy el hijoputa del recuerdo,
la herida que se abrió con la mentira,
el pecho del amante sin latido.
Soy el mal compañero, soy un cerdo,
el cariño que al recordarme espira.
¿En qué tipo de ser me he convertido?
Jose A. Barros
DÍAS DE ESPARTO
Hace 2 semanas