viernes, 22 de julio de 2011

Se les oye galopar...

Se les oye galopar
por infinitas praderas
azuzando a los caballos
con gruñidos y blasfemias.
Con las bridas apretadas
y ensangrentadas espuelas,
donde sus monturas pisan
no vuelve a crecer la hierba.
Huesudos los cuatro jacos,
los jinetes, calaveras,
Muerte y Peste van siguiendo
los pasos de Hambre y Guerra.
Galopan dejando un rastro
de ventoral y tormenta,
cenizas, hambruna, sangre,
muertos y heridas abiertas,
haciendo de los caminos,
de alimañas, sementera.
Cuatro jinetes austeros
con desgracia por bandera
que encontraron en mi pecho
este corazón de piedra
y buscan por los rincones
más lejanos de la Tierra
mis latidos, sin saber
que los di porque nacieras.

Bunbu

4 comentarios:

Ío dijo...

Se me ha cantado en voz alta, suena muy bien, y auqnue las palabras sean las que son (ummmm, todas las palabras son hermosas) en el poema (son décimas??) me sabe a belleza pura, sobre todo por el final, donde todo lo anterior lo das por bueno por el hecho de nacer.

No entro a preguntarme quién o qué ha nacido, tengo algunas opciones, pero seguro que ninguna es la correcta, así que mejor me las quedo.

Que buen poema, Bunbu, me ha gustado mucho, es muy bueno.

Saludos, abrazos poéticos

Ío

Jose Antonio Barros dijo...

Me juego la mano en el fuego a que tu primera opción es correcta y no la pierdo.
Me juego el cullo y no lo pierdo.
UN placer verte aterrizar por aquí Ío, abrazo.
Bunbu

María Téllez Girón dijo...

Que poemazo Bunbu!, esos jinetes tremendos, que leía sin respiro..!y ese final que te la dá, te baja suave...
buenisimoo!!!

Jose Antonio Barros dijo...

Hola Emily, gracias, de verdad muchas gracias ;)
Bunbu